Nada mejor que un buen pastel, para recuperar las calorìas que se nos escapan en estas càlidas y ajetreadas fechas, te invito a disfrutar merecidamente de una propuesta fresca, espontanea y deliciosa.
Merengue francés:
Gracias a la albúmina presente en las claras, podemos, a través del trabajo mecánico, formar una espuma aireada, consistente y estable. Esto se debe a las propiedades justamente espumantes y estabilizantes de la proteína albúmina. De esta manera, con ayuda de un batidor eléctrico, procedemos a montar las claras y llevarlas a punto de nieve, cuando presenten la textura deseada, agregar el azúcar granulada y seguir trabajando hasta disolver todos los cristales dulces, al disolverse el azúcar, la textura de las claras presenta un brillo y estabilidad, que le permiten mezclarse con otros ingredientes sin desintegrarse ni volverse agua nuevamente. Cesar el trabajo eléctrico y sumar de manera manual y envolvente
Crema chantilly:
Consta de incorporar aire a la crema a travès del batido y dotarla de dulzor, sumando azùcar flor en los ùltimos segundos de trabajo.
Armado:
Contando con los discos de merengue ya secos y crocanates, la crema chantilly, la pulpa de lùcuma y las frambuesas, proceder a untar sobre plato de merengue una raciòn equitativa de pulpa, sobre ella, disponer en conducta ordenada las frambuesas, de igual la crema y con un segundo disco, tapar. Componer con crema chantilly, un revestimiento prolijo y uniforme, para la pieza rellena, adornar simple con una frambuesa y congelar. Reposo de 5 min. a temperatura hambiente, antes de servir.
domingo, 25 de abril de 2010
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